Técnicamente hablando, un aerosol es una suspensión de finas partículas sólidas o gotitas en un gas. El término "aerosol" también se refiere a un dispensador o paquete utilizado para convertir el contenido de un recipiente en un aerosol.
Aunque 'aerosol' se refiere al producto terminado, se compone de cuatro partes: el contenedor, la válvula, el actuador y la tapa. El contenedor puede estar hecho de diferentes materiales, pero generalmente está hecho de acero estañado o aluminio. Proporciona las mejores condiciones para el almacenamiento del producto a pulverizar.
La válvula funciona como un componente invisible, pero su función es crucial: mantiene el recipiente hermético al gas, limpio e higiénico y regula el flujo de producto durante el uso.
Un actuador o botón controla el ángulo, la cantidad, la forma y la finura del producto rociado. El tipo de contenido y el uso del aerosol son factores clave en la selección del actuador.
La tapa funciona como un sello, manteniendo el producto hermético hasta su uso. También sirve como componente decorativo que coordina la apariencia del producto. Algunas tapas de botellas actúan como propulsores de ciertos productos.
Un recipiente de aerosol es un recipiente que contiene un
gas propulsor a presión, o una mezcla de gases propulsores, que representa del 5% al 90% del producto. Estos gases pueden ser gases comprimidos o licuados. El gas licuado actúa como gas propulsor y codisolvente.
Uno o más solventes
Ingredientes activos disueltos o suspendidos en un solvente líquido concentrado
Cuando presiona un actuador o botón, esto activa la válvula.
El gas propulsor ejerce presión sobre el producto activo y la solución disolvente, obligando al líquido a ascender por el tubo de impregnación, que se abre y pasa por la válvula, permitiendo la descarga del producto con el propulsor en forma de gotas, espuma, pasta o polvo.