Desde abril de 2020, la empresa ha organizado a todos sus empleados para que aprendan y consoliden diversas normativas, procedimientos operativos y procesos operativos para lograr una tasa de calificación del 100 % en nuestros productos y brindar servicios múltiples e integrales. Posteriormente, se realizó una prueba de conocimientos profesionales para todos los empleados.
En primer lugar, el sistema de la empresa, por un lado, estipula el contenido laboral de los empleados; por otro, estipula cómo implementan el flujo de trabajo. El sistema puede regular a los empleados y guiarlos en su desempeño. Sin embargo, si los empleados no se guían por un flujo de trabajo objetivo y razonable al realizar estas tareas, serán reemplazados por un flujo de trabajo que antes era parcial y arbitrario. En este caso, las consecuencias serán inimaginables.
En segundo lugar, si los empleados desconocen el sistema de procesos y las normas de operación, el impacto más directo es que pueden cometer errores durante la operación. Un buen proceso de trabajo favorecerá que los empleados se beneficien y eviten perjuicios, limitará su arbitrariedad subjetiva y la ocultación de sus acciones, fortalecerá la supervisión mutua y la promoción, y garantizará que quienes tengan alguna deficiencia elijan los medios más eficientes.
Tras un aprendizaje y una evaluación continuos, todos los empleados de la empresa comprenden mejor las diversas normativas y procedimientos operativos. Si una empresa no cumple con el sistema y el sistema de implementación no es riguroso, no podrá garantizar el normal funcionamiento de la calidad y la producción de sus productos. Mediante capacitación estandarizada, fomente el hábito de actuar conforme a las normas, para que quienes las implementan puedan comprender y tener en cuenta plenamente el contenido y los requisitos de las diversas normas, reglamentos y procedimientos operativos.